Una visión general de la psicología de Factores Humanos
Los problemas de investigación que ocupan la mayor parte de la atención de la psicología de factores humanos de hoy en día son aquellos donde la tecnología no es vista como el objetivo final de la interacción humana, sino como un intermediario a través del cual nosotros interactuamos con los verdaderos objetos de trabajo.
Los rápidos cambios que trajeron las tecnologías de la información y comunicación (TICS) y la automatización del ambiente de trabajo son de especial interés para la psicología organizacional, debido a que estas influyen directamente en problemas centrales y prácticos de esta disciplina. Por ejemplo: El diseño de tareas, el desempeño de los trabajadores, el entrenamiento, la selección y evaluación de personal, el trabajo en equipo, el diseño organizacional y la seguridad y salud ocupacional.
Es un error asumir que cada innovación tecnológica trae consigo solo un efecto positivo, y es que cada tecnología es tanto una bendición como una carga. Esta observación nos permite entender como la investigación en la intersección entre cognición y tecnología se organiza hoy en día. Por ejemplo, aunque algunas investigaciones en la interacción humano-computadora (HCI) está enfocada en los efectos negativos de la computarización del espacio de trabajo, se le da más atención a la conceptualización, diseño y pruebas de nuevas, rentables y entretenidas TICS, así como a sus aplicaciones asociadas: Paquetes de software, sistemas de videoconferencia, video juegos y apps para smartphone.
La investigación en psicología de los factores humanos, o de la ergonomía, se concentra profundamente en identificar las consecuencias negativas no previstas de los crecientes niveles de tecnología y automatización. Dentro de este campo, existen 3 áreas que han atraído una gran cantidad de atención de los psicólogos en factores humanos en años recientes. Estas son: la interacción humano-autómata (HAI), la conciencia situacional (SA), y la distracción, multitasking e interrupción (DMI).
La Interacción humano-autómata (HAI) provee un marco para entender las consecuencias psicológicas de la automatización, los efectos de la automatización imperfecta en la dependencia y conformidad del trabajador, factores que moderan la confianza o desconfianza en la automatización, y asuntos éticos que rodean el uso de automatización en el espacio de trabajo.
La investigación en conciencia situacional (SA) nos permite entender las consecuencias del compromiso mediado por la tecnología (en lugar de directo) con los objetos de trabajo, como el constructo puede ser modelado y medido, y la naturaleza de las intervenciones para superar el distanciamiento cognitivo asociado con observar el trabajo a través del lente tecnológico.
Por último, el área de distracción, multitasking, e interrupción (DMI) nos da marcos para entender las consecuencias psicológicas de ambientes laborales donde la tecnología provee o requiere de una cantidad de tiempo significativa o de una actividad cognitiva intercalada.
Esta ciencia es en su mayor parte experimental, y se enfoca en identificar regularidades en la cognición y el comportamiento de los humanos como especie, o en promedio, dentro de ambiente tecnológicos o de diseños varios. Los investigadores se concentran en mapear las dimensiones y espacios de las “diferencias ambientales” (Kirlik, 2005; Preiss & Sternberg, 2006). Esto es natural, ya que el mayor punto de apoyo del investigador en este tema es la manipulación del diseño. Por ejemplo, se investiga como el uso de diferentes modalidades de interfaz influye en el aprendizaje humano y el desempeño.
Con el objetivo de asegurar un grado confiable de generalización de los hallazgos experimentales a los contextos de trabajo, los investigadores contemporáneos están conduciendo sus experimentos en condiciones que se parecen mucho o representan las condiciones en las que desean que sus hallazgos se generalicen, por ejemplo, con el uso de simulaciones de alta fidelidad o “micro-mundos”.
Rasmussen (1983), un ingeniero que trabajaba en seguridad y salud ocupacional en plantas de energía nuclear, observó que, en el área de diseño de interfaz, la semántica (construcción de significado) había sobrepasado a la sintaxis (combinación de comandos) como la mayor barrera para un sistema de control efectivo y realizar diagnósticos de problema. Él se percató que los operadores de sistemas tenían una gran dificultad entendiendo que significaban los visualizadores o displays. Adoptando una semántica extensiva como teoría de significado, Rasmussen (1983) extrajo significado en términos de referencias externas, y llegó a la conclusión de que la verdadera labor del operador es controlar y diagnosticar la planta detrás de la interfaz, no observar y manipular la interfaz en sí. En otras palabras, la interfaz no debe ser considerada como el objetivo final de la interacción humana, sino como una ventana hacia la planta o ambiente remoto que comprime el verdadero objetivo del trabajo.
Por lo tanto, la tarea cognitiva del operador consiste en ir más allá de la interfaz dada. Esta caracterización no se aplica solo a procesos de control, sino a los trabajadores modernos también, cuyas ventanas al mundo de trabajo consisten de computadoras, y que raramente perciben y manipulan los objetos del trabajo de una manera directa o inmediata. Las observaciones de Rasmussen (1983) resultaron proféticas: Los problemas de investigación que ocupan la mayor parte de la atención de la psicología de factores humanos de hoy en día son aquellos donde la tecnología no es vista como el objetivo final de la interacción humana, sino como un intermediario a través del cual nosotros interactuamos con los verdaderos objetos de trabajo.
A manera de cierre, muchos de nosotros hoy en día vive y trabaja en ambientes consistentes de una variedad de nichos tecnológicos. La investigación en la intersección entre la tecnología y la cognición nos ayuda a entender cuáles de los cambios tecnológicos son para mejor, cuales para peor, y para quién. Mientras que las políticas corporativas que se ocupan del diseño y uso de la tecnología se ven influenciadas por muchas fuerzas y preocupaciones, ahora entendemos que estas políticas hacen más que moldear nuestro comportamiento. De alguna manera, determinan el mundo en el que trabajamos y vivimos.
Adaptado de: Kirlik A. (2012). An Overview of Human Factors Psychology. En: The Oxford Handbook of Organizational Psychology, Volume 2.